MANIFIESTO ARTÍSTICO DE PROYECTO FRESCO
Las reflexiones que están en la esencia de la doctrina del arte plástico en general ven atenuadas sus voces cuando lo que se observa es un fresco.
El gran artesano y el buen artista se fusionan en uno, “el pintor de frescos”. El artesano no desconoce que la cal y el yeso son materiales antagonistas y el artista tampoco se olvida de que las charlatanerías del predicador son enemigos hostiles de la reflexión, sin la cual, los trazos y las tonalidades no pasan de ser más que un espejismo del buen hacer en arte.
Proyecto fresco pese a sustentarse en un ideal artístico, tiene la pretensión de establecer de forma clara e inequívoca la salvaguardia del medio ambiente, mediante el empleo de usos y materiales que no supongan una agresión al medio sino todo lo contrario, que de alguna manera sus obras pertenezcan y provengan de ese medio, que exista y sea patente esa unión entre el arte y la naturaleza en su más profunda esencia, investigando los materiales que nos ofrece y manteniendo el respeto más profundo por ella.
Queremos virar en redondo al pasado ofreciendo al futuro un “viejo conocido” por los grandes artistas, entendiendo como arte la necesidad interior, teniendo en cuenta no sólo el resultado final de la obra, sino también cual es la vivencia del artista mientras la realiza. El Fresco simboliza la esencia de la pintura.
En la Prehistoria las figuras reproducidas por el hombre en las rocas de las cuevas tenían una trascendencia particular, era una especie de hechizo que influiría en el mismo espíritu de los animales. Era al mismo tiempo el inicio de la pintura.
El reino animal con sus movimientos, sus miradas, su colorido… en un ensamblaje perfecto con la naturaleza, ofreciendo su pureza y su verdad sin engaños.
El fresco, una de las pocas técnicas pictóricas que se ofrece con una pureza y una verdad absoluta sin engaños.Una unión perfecta.
El otoño con el embrujo de sus coloraciones, entintados de una complaciente nostalgia propia de este periodo del año nos incitan a recordar que nosotros también somos hijos de la naturaleza. Los ciclos se acortan, la capa de niebla se compacta y caen los primeros copos de nieve. Las primeras heladas recuerdan que el invierno se avecina. Pronto todo se cubre con una hermosa capa blanca. Mirando hacia atrás y aprender de nuestros orígenes siendo esta idea una relación necesaria y funcional entre las partes y el todo, entre el arte y cada uno de sus habitantes.
La dirección de Proyecto Fresco
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