Exposición Háptica - El Arte Sensorial

Cada día nuestra sociedad se hace más compleja, las dificultades que entraña para una persona que no se encuentra sujeta a limitaciones de tipo físico, son sin lugar a dudas muchas y en ocasiones insalvables.

Trabajemos ahora desde la empatía y tratemos de situarnos en la esfera de una persona que sí padece una disminución física, del tipo que sea, sensorial, visual o de movilidad y por un instante, intentemos comprender la frustración que para ellos significa la imposibilidad de percibir tal y como lo hace la mayoría. Su realidad obviamente es muy diferente.

Ante éste planteamiento, nos preguntamos ¿qué podríamos ofrecer desde una perspectiva artística y que estuviera vinculada a nuestro proyecto?

El Fresco como tal es una obra fósil, es decir, una vez concluida la pieza, el proceso químico de carbonatación transforma nuevamente en pétreo lo que antes había sido pasta de cal.

 

Esta característica es la que diferencia de una manera definitiva una obra realizada bajo esta técnica y el resto de pinturas, ya que el contacto con la obra queda relegado tan solo y en casos muy especiales a la escultura, ya que el resto de obras pictóricas han sido diseñadas y realizadas para ser vistas, no tocadas.Sin embargo el fresco de doble lectura permite el contacto con las manos, sin que la obra vea alterada su estructura y sin que los colores pierdan matiz, tono y brillo, ya que estos quedan protegidos por la propia química del proceso al que se ve sometido, la carbonatación.

Este proceso sumado a las diferentes variantes que dentro de los trabajos ejecutados con cal se pueden hacer, nos da la posibilidad de realizar obras con texturas y acabados que permitan ser captadas a través del tacto.

En Proyecto Fresco nos hemos propuesto ofrecer al público invidente, la posibilidad de percibir y disfrutar de una obra artística, ofreciendo al mismo tiempo al resto del público, una experiencia que intentará situarlo en la realidad y dimensión del invidente.

Para ello se establece todo un recorrido en el que la oscuridad será el común denominador.

Dicho recorrido estará abierto a todos los públicos, pero sobre todo ha de permitir el acceso tanto a personas invidentes, como de movilidad reducida, y tiene que hacer posible que todos ellos puedan tocar, palpar y sentir las obras realizadas.   

A lo largo del recorrido existirá un apartado con alfabeto Braille que permitirá a las personas ciegas entender aspectos de la obra como su color, su dimensión y su significado.

Para lograr el efecto deseado, es preciso disponer de un espacio cerrado que permita realizar la entrada por un punto y la salida por otro una vez finalizado el recorrido.

Al mismo tiempo, éste debe de quedar en una oscuridad total, y la única luz admisible serán unos led instalados en el suelo a modo de guía, para que las personas videntes puedan tener una leve referencia.

Estamos convencidos de que la aportación que el mundo del arte y la cultura pueden hacer hacia estos grupos de población, permitirá crear una mayor riqueza y una concienciación colectiva más solidaria.

Para conocer más sobre esta cuestión podrán informarse en el estand nº 401 de la feria de Valladolid, los días 13 y 14 de Noviembre.